Las mejores playas de Menorca (I)

Decíamos ayer que en Menorca hay más playas que en todas las otras islas baleares juntas. Con tanta oferta a tu alcance puede resultar complejo decidir cuales visitar. Por ello te presento el flamante TOP 10 de playas de Menorca de el travelista!

Antes de pasar al meollo del asunto, considero necesario realizar las siguientes observaciones:

  • Esta lista está basada única y exclusivamente en mis gustos, preferencias y experiencia personal en estas calas y playas. Es decir, que es todo lo subjetiva que te puedas imaginar. Pero, ¿acaso existe alguna lista de ¨los/las mejores…¨ que no lo sea?
  • La lista se limita a las calas y playas en las que estuve durante mi estancia en Menorca. Puede que haya otras muchas merecedoras de estar en este top, pero tendrán que esperar hasta la próxima visita. Por cierto, te va hacer falta un coche o similar para llegar hasta la mayoría de ellas.
  • Las playas del norte y del sur tienen aspectos totalmente diferentes. La costa norte es mucho más virgen, agreste y recortada debido a los (en ocasiones) fuertes vientos de Tramontana. Es por ello que cuentan con un acceso algo más complicado y, por lo tanto, suelen estar menos concurridas que las del sur. La arena de sus playas tiene un color más dorado y rojizo. La costa sur tiene un paisaje más regular y su vegetación es más alta y abundante. Muchas de las playas más populares de la isla están en el sur, aunque aquí también se encuentran algunas de carácter totalmente virgen, con arena fina de color blanquecino y aguas turquesas.
  • Siempre controla la dirección del viento antes de ir a cualquiera de estas playas. Para ello recomiendo la app Windfinder. Básicamente, vete a las playas del norte cuando el viento sople del sur y viceversa.
  • Zambullirse en el agua de la mayoría de estas playas y calas te va a requerir un pequeño esfuerzo. Tendrás que caminar, aunque, por lo general, durante no más de 30 minutos desde el parking más cercano. Los caminos son todos bastante intuitivos y están bien indicados. Muchos de ellos coinciden con tramos del ingenioso Camí de Cavalls. En cualquier caso, te recomiendo llevar calzado apropiado. No hace falta que te lleves las botas de trekking, pero tampoco vayas en chancletas a no ser que estés dispuesto a tropezarte y hacerte algún que otro rasguño en el pie (hablo con conocimiento de causa).
  • Llévate suficiente agua y algún piscolabis para pasar el día. Casi ninguna de estas calas y playas cuentan con chiringuito u otro tipo de servicio o equipamiento. Lleves lo que lleves, no lo dejes en la playa! Recoge siempre tus desechos.
  • El naturismo en una práctica habitual en muchas de las calas de esta lista. «Sun’s out, buns out».
10. CALA TREBALÚGER

Trebalúger es una bonita y aislada cala virgen en la costa sur de Menorca rodeada de acantilados de mediana altura, una pequeña duna y pinares. Es accesible caminando durante unos 30 minutos a paso ligero desde Cala Mitjana (spoiler alert!: ver número 4). La ruta para llegar allí no sigue el Camí de Cavalls por lo que no está tan bien señalizada como la de las otras playas en esta lista. De hecho, es la única en la que me perdí un poco, pues existen varios desvíos sin salida dejados por otros despistados como yo. La alternativa a la caminata es llegar en barco desde la familiar Cala Galdana.

El motivo por el que sitúo Trebalúger “solo” en el número 10, es por qué me dejó un tanto desilusionado. Dado que está muy aislada, me imaginaba una cala naturista y tranquila, sin embargo, el barco traslada a bastante gente hasta allí además de los que llegan a ella con su propio velero. No sé puede decir que estuviese llena (de hecho había mucha más gente en Cala Mitjana), pero sí más de la expectativa que me había creado. Recomiendo ir hacía última hora de la tarde para poder disfrutarla con más tranquilidad. 

La arena es blanca y fina y el agua tiene el color turquesa típico de las calas del sur. Es muy poco profunda por lo que tendrás que adentrarte bastante en el mar si quieres nadar o practicar snorkeling. En el extremo oeste hay un pequeño torrente que tendrás que superar para acceder al arenal desde el sendero que conduce hasta allí desde Cala Mitjana. Esto también fue una pequeña decepción, pues el agua del torrente estaba bastante amarillenta y desprendía un fuerte olor. De hecho, investigando un poco a posteriori, parece ser que existen lodos contaminados en el fondo del torrente procedentes de una antigua depuradora.

9. CALA TORTUGA

La Cala Tortuga se encuentra en el parque natural de S’Albufera des Grau el norte de la isla. Dado que se trata de una zona protegida, el acceso durante la temporada de verano está restringido. La forma más cómoda de llegar hasta allí es en autobús desde la estación de autobuses de Mahon. Hay unos seis autobuses diarios de ida y vuelta (puedes consultar los horarios exactos aquí).

El autobús no tiene muchas plazas por lo que se recomienda comprar el billete por internet con antelación. Yo no conseguí comprarlo, así que me presenté en la estación con bastante antelación y un tanto nervioso. Afortunadamente, conseguí plaza sin problema, aunque solo pude comprar el billete de ida. Mi intención era pasar en la playa todo el día y tomar el último bus de regreso. Ante la posibilidad de quedarme en tierra al no ser posible comprar también el billete de vuelta, el conductor me respondió con un breve, firme y contundente  «No te preocupes”, el cual me repitió de nuevo cuando insistí en ello al bajarme del autobús. Su seguridad me tranquilizó (más tarde se confirmaría que efectivamente no había motivo para preocuparse).

El autobús realiza dos paradas al llegar al parque, la primera al comienzo del sendero que conduce a Cala Tortuga y a la vecina Cala Presili, y la segunda en el faro de Favaritx. En realidad también es posible llegar en coche, pero solo hasta la entrada del parque. Allí tendrás que dejarlo aparcado malamente (tra, tra) a un lado de la carretera y caminar unos 20-25 minutos hasta el punto donde te deja el autobús. Desde dicho punto, un sendero pedregoso y bien señalizado, que forma parte del Cami de Cavalls, conduce hasta las calas. Primero te encuentras con el desvío para Cala Presili y luego con el de Cala Tortuga. Casi no hay ninguna sombra para protegerse del sol tanto durante el camino como en la propia cala así que vete preparado.

Tortuga es una cala virgen, muy tranquila y relajada con una magníficas vistas al faro de Favaritx. En la parte trasera se encuentra la Laguna de Morella refugio de aves migratorias. El agua es cristalina y es una buena zona para hacer snorkeling. La arena es blanca y fina, muchos tramos están cubiertos por posidonia.

Faro de Favàritx

Pasé en Cala Tortuga toda la mañana y por la tarde me acerqué a la vecina Presili, muy parecida a Tortuga aunque que me gustó algo menos. Por último, me acerqué a ver de cerca el faro cuya torre pintada con una banda negra en espiral le da un aspecto muy psicodélico y particular.

8. CALA EN TURQUETA

Turqueta es una popular cala de la costa sur. Está bastante alejada de cualquier otra cala de la zona, por lo que exige una de las caminatas más largas para llegar hasta ella. Posiblemente por ello, mucha gente llega hasta ella en barco. Sin embargo, se puede llegar siguiendo el Cami de Cavalls desde Cala Macarella (spoiler alert!: ver número 3) o desde Son Saura. Me decanté por esta última dado que el trayecto me parecía algo más corto. De hecho, te daré un atajo: en lugar de seguir el Cami de Cavalls, el cual transcurre paralelo a la costa por una zona de acantilados muy pedregosa y sin sombra, existe un camino mucho más directo y sencillo atravesando el pinar. Debe de ser un camino agrícola o similar pues está bastante bien trazado. No tiene pérdida. (NOTA: Más tarde me enteré de que también se puede llegar en coche, dejándolo en un aparcamiento cercano, si bien éste es pequeño y suele completarse rápido).

El entorno de Cala en Turqueta es magnífico, enclavada entre acantilados, con aguas turquesas (como su nombre indica) y rodeada de pinos que llegan hasta la misma playa y a los que tumbarse a la sombra. El arenal está dividido en dos zonas por unas pequeñas rocas. Es bastante espacioso, pero como hemos dicho, Turqueta es una cala muy popular, por lo que el espacio no sobra. De nuevo, mejor acercarse por la tarde.

De lo más curioso y divertido de mi experiencia en esta cala fueron las cabras salvajes en busca de alimento por la arena. Había muchísimas! Me imagino que deben de estar acostumbradas a los bañistas pues no se asustan y son muy tranquilas.

7. PLAYA DE SON BOU

Son Bou es la playa más larga de Menorca. Son tres kilómetros de arenal y aguas cristalinas en la costa sur. El acceso es muy sencillo pudiendo llegar en coche directamente hasta la playa. Está en una zona urbanizada con todo tipo de servicios e incluso un parque acuático que probablemente ha vivido mejore tiempos.

En la parte oriental cercana al aparcamiento hay varios hoteles, chiringuitos y áreas acondicionadas con sombrillas y tumbonas. Es la parte más popular de la playa, ideal para familias con niños. También puedes ver los restos de una antigua basílica paleocristiana. 

Cuanto más te vayas hacia el oeste, menos bañadores (literalmente) y más tranquilidad te encontrarás, con plenitud de espacio para colocar tu sombrilla, la cual no te vendrá mal pues no hay ninguna sombra en la playa. En la parte norte hay un sistema dunar y humedal, llamado Prat de Son Bou, que separa la playa de la zona más urbanizada y donde se pueden observar aves.

6. CALA PREGONDA

La cala pregonda ofrece uno de los paisajes más pintorescos del norte de la isla. Se trata de una cala virgen localizada en una ensenada protegida por unos islotes con formas muy peculiares. Además, se encuentra dentro de la zona de protección de la Reserva Marina del norte de Menorca, por lo que sus aguas son ideales para practicar snorkeling. Esto fue sin duda el highlight de mi día en esta cala. Gran parte de sus fondos están cubiertos por bastos matos de posidonia a pocos metros de profundidad y muy ricos en vida marina. Te podrás pasar horas observándolos. Aprovecha para ir nadando hasta los islotes y explora sus alrededores. En el mayor de todos hay una pequeña y tranquila playa donde recuperar el aliento tras el esfuerzo.

Posidonia en la Cala Pregonda

Para llegar hasta Cala Pregonda puedes dirigirte en coche hasta la playa de Binimel lá. La ruta está bien señalizada. Al tomar el último desvío hacia Binimel lá, la carretera se convierte en un camino pedregoso y lleno de baches. Al final del camino hay una amplia zona de aparcamiento cercana a un restaurante, pero mi consejo es que dejes el coche a un lado del camino varios metros antes del aparcamiento si no quieres arriesgarte a destruir aún más los bajos del coche (a no ser que conduzcas un 4×4). Desde el aparcamiento sigue el Cami de Cavalls hacia el oeste durante unos 20-30 minutos para llegar hasta Cala Pregonda. Durante el camino, además de la playa de Binimel lá, también pasarás por la cala de Punta de Sa Marineta, la cual estaba completamente cubierta por restos de posidonia y, por lo tanto, vacía. Justo antes de llegar a Cala Pregonda te encontrarás con otra playa, Cala Pregondó. Mucha gente se queda aquí pensando que es Cala Pregonda. No seas perezoso y continua unos metros más hasta la zona de los islotes. Vale la pena. 

Dado el esfuerzo que requiere llegar hasta ella y lo aislado de la zona, me imaginaba una playa poco transitada. Sin embargo, había mucha más gente de lo que esperaba. Cala Pregonda es tradicionalmente una playa nudista pero en verano es bastante popular por lo que eran muy pocos los que se quitaban el bañador. También me sorprendió mucho el hecho de que haya dos casas privadas construidas en plena playa. Pensaba que fuesen restaurantes. Me imagino que sean una gozada para sus inquilinos pero son un horror para el entorno.

Continuará…

 

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