Las mejores playas de Menorca (II)

Segunda parte del flamante TOP 10 de playas de Menorca de el travelista!

Antes de pasar al meollo del asunto, considero necesario realizar las siguientes observaciones:

  • Esta lista está basada única y exclusivamente en mis gustos, preferencias y experiencia personal en estas calas y playas. Es decir, que es todo lo subjetiva que te puedas imaginar. Pero, ¿acaso existe alguna lista de ¨los/las mejores…¨ que no lo sea?
  • La lista se limita a las calas y playas en las que estuve durante mi estancia en Menorca. Puede que haya otras muchas merecedoras de estar en este top, pero tendrán que esperar hasta la próxima visita. Por cierto, te va hacer falta un coche o similar para llegar hasta la mayoría de ellas.
  • Las playas del norte y del sur tienen aspectos totalmente diferentes. La costa norte es mucho más virgen, agreste y recortada debido a los (en ocasiones) fuertes vientos de Tramontana. Es por ello que cuentan con un acceso algo más complicado y, por lo tanto, suelen estar menos concurridas que las del sur. La arena de sus playas tiene un color más dorado y rojizo. La costa sur tiene un paisaje más regular y su vegetación es más alta y abundante. Muchas de las playas más populares de la isla están en el sur, aunque aquí también se encuentran algunas de carácter totalmente virgen, con arena fina de color blanquecino y aguas turquesas.
  • Siempre controla la dirección del viento antes de ir a cualquiera de estas playas. Para ello recomiendo la app Windfinder. Básicamente, vete a las playas del norte cuando el viento sople del sur y viceversa.
  • Zambullirse en el agua de la mayoría de estas playas y calas te va a requerir un pequeño esfuerzo. Tendrás que caminar, aunque, por lo general, durante no más de 30 minutos desde el parking más cercano. Los caminos son todos bastante intuitivos y están bien indicados. Muchos de ellos coinciden con tramos del ingenioso Camí de Cavalls. En cualquier caso, te recomiendo llevar calzado apropiado. No hace falta que te lleves las botas de trekking, pero tampoco vayas en chancletas a no ser que estés dispuesto a tropezarte y hacerte algún que otro rasguño en el pie (hablo con conocimiento de causa).
  • Llévate suficiente agua y algún piscolabis para pasar el día. Casi ninguna de estas calas y playas cuentan con chiringuito u otro tipo de servicio o equipamiento. Lleves lo que lleves, no lo dejes en la playa! Recoge siempre tus desechos.
  • El naturismo en una práctica habitual en muchas de las calas de esta lista. «Sun’s out, buns out».
5 CALA DEL PILAR

Ubicada también en el norte de la isla, su entorno recuerda un tanto al de Cala Pregonda. En lugar de por los islotes, esta cala salvaje se caracteriza por su arena dorada y el tono rojizo de sus rocas. Sus aguas son cristalinas y también pertenecen a la Reserva Marina del norte de Menorca por lo que son muy interesantes para practicar snorkeling. Está muy expuesta al mar por lo que si el viento sopla de norte es mejor que vayas otro día.  

Llegar hasta Cala del Pilar exige el mayor esfuerzo de todas las playas de esta lista. La primera dificultad puede que te la encuentres justo al salir de la Me-1, a medio camino entre Ciudadela y Ferrerías. El aparcamiento al final de la carretera que conduce hasta Cala del Pilar es muy pequeño, por lo que el acceso está restringido ya a la salida de la Me-1. Al llegar allí me encontré el camino bloqueado por una valla y una paciente chica sentada en una silla (pobre muchacha contando coches bajo el sol todo el día). La chica (llamémosla Pili) me explicó muy amablemente que ya no se podía pasar pues el aparcamiento estaba lleno y me “invitó” a ir a otra playa de la zona. Mi gozo en un pozo. Fastidiado por las circunstancias, me eché a un lado para buscar alternativas en mi móvil. Mientras buscaba llegaron otros dos coches que también tuvieron que dar media vuelta. Debí de pasar mucho tiempo buscando o la Pili simplemente se apiadó de mí, porque en un momento dado se acercó y me dijo que ya podía pasar porque se había liberado espacio en el aparcamiento, aunque yo no había visto salir ningún coche. Mientras apartaba la valla para dejarme pasar observé que tenía un walkie talkie, me imagino que para comunicarse con otra persona que estaba en el aparcamiento. Con la mejor de mis sonrisas me despedí de ella. Conclusión: para ir a la Cala del Pilar lo mejor es llegar temprano, a última hora de la tarde o, como parece que fue mi caso, sobre la 1:00-1:30 cuando alguna gente abandona el lugar para ir a comer. 

Desde donde me despedí de la Pili hasta el aparcamiento tendrás que conducir unos diez minutos por un camino de servicio estrecho pero bastante decentemente asfaltado. En ese tiempo me crucé con una moto, dos coches (los cuales no fue fácil dejar pasar) y varias vacas. Al llegar no ví a la persona al otro lado del walkie de la Pili. El parking está bien acondicionado pero es realmente pequeño, para unos 40-50 coches como mucho. Hacen bien en regular el acceso desde el principio porque si no aquello puede ser un guirigay.

Desde el aparcamiento tendrás que caminar durante unos 30-40 minutos para llegar a la cala. La ruta no es sencilla. Los primeros 10-15 minutos son de subida continua. Lo bueno es que transcurre entre los árboles que ofrecen resguardo del sol. Tras la subida hay un breve plano antes de comenzar a descender durante otros 10 minutos hasta la cala por un camino pedregoso cruzando el sistema dunar, en este caso, bajo el sol. Al final hay una escalera de madera para descender hasta la playa.

Dado lo complicado del acceso y la limitación de vehículos, la Cala del Pilar está poco concurrida y la práctica del nudismo es habitual. No tendrás problema para encontrar un lugar donde tumbarte y disfrutar del imponente entorno natural. Evidentemente, la cala no tiene ningún tipo de servicio por lo que llévate suficiente agua y comida para pasar el día.  

4. CALA MITJANA Y MITJANETA

La pareja de calas formado por Mitjana y Mitjaneta es de esas paradas obligadas o «must-goes” de cualquier viaje a Menorca. Estas calas tienen el agua color turquesa más intenso que jamás haya visto (hashtag #nofilter). Una auténtica piscina natural.

El acceso, además, es muy sencillo. Justo en la entrada de Cala Galdana, a mano izquierda, hay un aparcamiento gratuito donde dejar tu vehículo. El parking es realmente amplio por lo que incluso en pleno agosto no debería de ser muy complicado encontrar un hueco libre. Desde el parking tendrás que seguir un sendero perfectamente señalizado y acondicionado durante unos 20 minutos para llegar hasta la primera playa, Cala Mitjana. El paseo además se hace muy agradable, atravesando un bosque de pinos y encinas en un barranco con una leve pendiente hacia abajo (el regreso requerirá algo más de esfuerzo). 

El arenal de Cala Mitjana tiene una especie de forma de concha de mejillón. Es decir, que el arenal está encajado entre acantilados que se va ensanchando a ambos lados desde el final del sendero hasta llegar al agua. Hay bastante sitio, pero se trata de una cala muy concurrida. Si decides quedarte al principio del arenal, de fina arena blanca, gozarás de mayor tranquilidad, pero tendrás el agua a una distancia considerable. Olvídate de poder vigilar las cosas desde el agua. Por cierto, en este punto a mano izquierda verás unas escaleras excavadas en la roca que conducen, primero, a un alto desde el que lanzarse al agua, luego, a un mirador con vistas a ambas calas y, por último, al sendero de Cala Trebalúger (ver número 10.) 

Como la playa estaba bastante llena, decidí continuar por la derecha unos pocos metros más hasta la siguiente cala. Mitjaneta es mucho más pequeña que su hermana. De hecho, el arenal es minúsculo (apenas hay espacio para unas 20-25 personas), así que te tocará ponerte en las rocas. Es algo más incómodo pero totalmente factible. En la parte donde comienzan los acantilados más altos hay zonas muy planas donde podrás tumbarte sin romperte la espalda. Precisamente porque hay menos espacio y es algo más incómoda, Mitjaneta está menos concurrida que su hermana mayor. Así que recomiendo esta segunda. El agua además es más bonita y transparente si cabe en esta zona pues está menos agitada al haber menos bañistas.

3. CALA MACARELLA Y MACARELLETA
Cala Macarella

Sin duda una de las postales más reconocibles de Menorca. Macarella y su hermana pequeña, Macarelleta, son dos preciosas calas del sur de la isla. El conjunto recuerda al de Cala Mitjana y Mitjaneta, pero algo más virgen si cabe. Ambas calas son muy populares.

Cala Macarella cuenta con un aparcamiento, pero en los meses de verano no se permite el acceso en coche particular para regular la afluencia de bañistas. Las alternativas son tomar un autobús desde diferentes puntos de la isla o caminar por el Camí de Cavalls desde la vecina Cala Galdana. Yo me decanté por esta última opción. La ruta se hace un poco larga (de unos 30 o 40 minutos). El sendero es muy ancho con algunos desvíos a mano izquierda hacía miradores sobre los acantilados. La primera parte es en ascenso y la segunda es un descenso pronunciado. Afortunadamente, hay una estructura de escaleras de madera, la cual aún no me explico cómo lograron construir, que facilita enormemente el ascenso.

El arenal de Cala Macarella es muy ancho y cuenta con muchos árboles bajo los que tumbarse a la sombra. El inconveniente es que también hay muchas ramitas y hojas en la arena que pueden resultar un poco incómodas. También cuenta con un chiringuito en dirección hacia el aparcamiento. La playa está encajada entre dos paredes de piedra caliza que la protegen del viento. A pesar de ello, el día que fui el agua estaba un tanto revuelta ya que el viento soplaba directamente del sur.

El caminito hasta Cala Macarelleta bordea la pared oeste de la playa. Es bastante estrecho aunque no llega a ser peligroso. Puede ser que te cruces con alguna cabra salvaje por el sendero que ofrece una vista panorámica sobre Cala Macarella. 

cala macarelleta
Cala Macarelleta

Cala Macarelleta es mucho más pequeña y en mi opinión más bonita que su hermana major. La playa está todavía más protegida del viento por lo que sus aguas estaban más tranquilas. Además estaba menos frecuentada aunque puede que solo fuese porque era ya última hora de la tarde cuando estuve. Se supone que es nudista, pero eran muy pocos los que no llevaban bañador. Cuenta con un pequeño sistema dudar acotado para garantizar su mantenimiento.

2. PLAYA DE BINIGAUS

La finalista es Cala Binigaus, una playa muy especial en el sur de la isla. Se accede caminando plácidamente por el Camí de Cavalls desde la cercana playa de Santo Tomás donde podrás aparcar el coche. Por cierto, esa fue la única ocasión en la que me encontré con gente a caballo por el Camí de Cavalls. 

La playa se extiende hacia el oeste a lo largo de casi un kilómetro de litoral. Tiene tres zonas diferenciadas. La primera que te encuentras viniendo desde Santo Tomás es de una franja estrecha de arena en ocasiones con rocas. Esta zona está poco frecuentada aunque tiene la desventaja de estar bastante cerca del camino. A medida que avanzas hacia su parte central el arenal se va ensanchando. Esta zona es la más popular de la cala. El agua es clara y con poco profundidad. Esta zona finaliza en el Barranco de Torrevela, la parte más ancha de la cala y con cierta atmósfera hippie. 

Si continuas avanzando hacia el oeste llegarás a mi zona preferida de Binigaus. Se trata de una zona de pequeñitas calas al pie de un acantilado donde disfrutarás de total tranquilidad y privacidad. Totalmente recomendable es disfrutar de la puesta del sol en esta cala. El reflejo de la luz del sol en los acantilados crea un ambiente mágico a orillas del Mediterráneo.

1. CALA DES TALAIER

Y en mi opinión la mejor cala de Menorca es… Cala des Talaier. Qué nunca habías oído hablar de ella? Pues yo tampoco, pero ahora te cuento.

Me crucé con esta pequeña cala por casualidad en ruta desde Son Saura a Cala en Turqueta (ver número 8) por el Camí de Cavalls. Se trata de una pequeña cala de arena blanca y fina, rodeada de pinos y de aguas turquesas, muy tranquilas y poco profunda. Ni me había fijado en el mapa que la cala estaba allí, así que cuando me encontré con este pequeño paraíso no puede evitar quedarme en él. 

El acceso es sencillo y no tiene el nivel de privacidad de Binigaus, pero por alguna extraña razón la mayoría de personas pasa de largo hacia otras calas más famosas de la zona. Por ello, a pesar de ser muy pequeña, es tranquila y no llega a llenarse de gente. Algunas embarcaciones se acercan hasta la cala, pero dada su poca profundidad, se quedan fondeados a su entrada. La orilla de la playa tiene apenas unos 25 metros pero el arenal es más ancho si te adentras hacia los pinares e incluso te podrás tumbar a descansar a la sombra. Entrando en el agua a mano izquierda hay otra pequeñísima playa que a ratos desaparece bajo el agua. 

Posiblemente porque no me lo esperaba, mi experiencia en esta cala fue fantástica y por eso es mi cala número 1 de Menorca.

Espero que esta guía te resulte útil. Ahora te toca disfrutar a ti de estas u otras calas de esta paradisíaca isla del Mediterráneo y comenta cual es tu TOP 10 personal.

 

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